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Actualidad en los mercados

Reflexión sobre el impacto del apagón

Después del apagón histórico que hemos sufrido en el día de ayer, todo el mundo se pregunta por qué ha sucedido, quién es el responsable y cuáles pueden ser las consecuencias para las compañías implicadas. Lo primero que hay que tener claro es que los analistas y usuarios de la electricidad no sabemos aún la razón, por lo tanto, no se pueden aún estimar responsabilidades económicas. Lo que parece es que más o menos a las 12:30 de ayer se produjo una desaparición súbita de oferta y demanda (en electricidad se mueven de forma simultánea), como se puede ver en la siguiente gráfica extraída de la APP de Red Eléctrica:

Fuente: APP de Red Eléctrica

Fuente: APP de Red Eléctrica

Sin embargo, lo que aún no sabemos, es por qué ocurrió y si esto es la consecuencia o la razón del problema y eso es lo importante.

El apagón duró en la mayoría de los territorios afectados entre 6 y 10 horas, tal y como el propio operador del sistema eléctrico anunció en sus comunicados iniciales. Digamos la mitad de un día estuvo afectado por la falta de actividad y eso en un cálculo directo supone un 0,2% y un 0,3% del PIB anual de España, si mantenemos todo constante y no consideramos la cantidad de velas, linternas, radios y hornillos que los más dinámicos compraron durante toda la tarde.

Yo creo que, como en los accidentes aéreos, la conjunción de varias causas debió de estar detrás del apagón. Hay que tener en cuenta que, en ese momento y muchos días anteriores, la aportación de renovables era de casi el 80%. De hecho, en jornadas anteriores, Red Eléctrica había gestionado con éxito momentos en los que la aportación de renovables alcanzó el 100%.  Lo que parece que ocurrió es que esa desaparición de potencia en un momento dado, produjo una “caída-variación” de tensión tan grande y repentina, que “tumbó” el sistema y lo desenganchó de las redes de nuestros vecinos.

Sin ser especialista técnico, pienso que, en un sistema con aportaciones de energía más pesadas como el carbón, el gas o las nucleares, esas oscilaciones se pueden manejar mejor por la “inercia” de esos sistemas, pero que, en una red con las mencionadas aportaciones de energías renovables, que son más instantáneas, esa gestión es más complicada. Eso debería estar previsto por las empresas, los responsables políticos y por su puesto por Red Eléctrica y se supone que lo tienen modelizado.

Es pronto para sacar todas las conclusiones y sobre todo los posibles impactos económicos y en valoración de las empresas, pero sí me atrevo a sacar algunas conclusiones. Al contrario que algunos, que se han lanzado a culpar a las renovables, yo pienso que una tecnología que ha permitido reducir brutalmente el coste de la electricidad a los usuarios, ha reducido la dependencia de gas, carbón o petróleo importado y ha reducido emisiones, no se puede demonizar, lo que hace falta es adaptar los sistemas adecuadamente para que su aportación no sea un riesgo. En ese sentido, se debería regular adecuadamente la introducción de sistemas de almacenamiento como baterías, no solo en sus permisos de conexión, sino en asegurar que su rentabilidad es adecuada a cambio de su contribución a la seguridad del sistema. También se podría facilitar el despliegue del mallado de la red y de las subestaciones necesario, en una velocidad más adecuada. Hay que recordar que hasta hace poco había una limitación de inversión en comparación con el PIB. Por lo tanto, creo que habrá más inversiones en redes y en baterías.

Otra cuestión que surge es si es adecuado continuar con el protocolo de cierre de nucleares pactado. Red Eléctrica deberá decir claramente si esos activos han jugado a favor de la resolución del apagón o en contra y los políticos y empresa basar la decisión de cierre o no cierre en argumentos económicos y sociales y no solo en argumentos políticos. Por último, como Portugal ha subrayado, hay que preguntarse por qué Europa no es capaz de avanzar en las interconexiones internacionales que avanzan a paso de tortuga desde hace años y mantiene las islas energéticas.

Dependiendo de quién haya sido el “culpable”, si es que lo ha habido, habrá indemnizaciones y multas, pero no creo que sean determinantes en el futuro de las empresas implicadas o las aseguradoras y además son un one-off, lo importante es que el sistema y los responsables de la definición de la política energética saquen conclusiones que lo mejoren y no que lo empeoren.