La meta fijada por las Naciones Unidas en materia de lucha contra el cambio climático -cero emisiones netas para 2050- representa un objetivo tan ambicioso en el capítulo de sostenibilidad como dispendioso desde el punto de vista económico. De hecho, se estima que se invertirán entre 12 y 20 billones de euros a lo largo de los próximos veinte años en asuntos relacionados con la transición energética, por lo que el potencial y las oportunidades de inversión de esta temática son más que significativos.
Si entramos al detalle, veremos que los principales factores llamados a potenciar la transición energética son la descarbonización de la energía (se calcula que en 2050 hasta el 80% de la energía será renovable), la electrificación de la energía (en la actualidad, solo un 20% del consumo energético a nivel global proviene del consumo eléctrico, de modo que es necesario fomentar este porcentaje), la eficiencia energética (conviene gestionar la energía de forma eficiente en el transporte, ya que algunos cálculos cifran entre un 5% y un 10% lo que se pierde en este proceso) e infraestructuras de nueva generación (cada vez cobra mayor importancia el almacenamiento de la energía).
Por otra parte, si nos paramos a pensar en qué sectores está presente la transición energética, vemos que existe cierta diversificación. Los principales sectores son Industriales, Tecnología y Servicios Públicos, seguidos de Materiales básicos y Consumo discrecional. No obstante, en cada caso se presenta una distinta sensibilidad al ciclo económico. En este sentido, Industriales está muy ligado al ciclo económico, mientras que Servicios Públicos es menos sensible y Tecnología que no se ve influenciado por el ciclo de la economía.
El público inversor es cada vez más consciente de los retos e implicaciones que supone y va a suponer la transición energética, por lo que esta temática goza de un gran potencial a largo plazo. Además, también hay que tener en cuenta que cada vez hay más empresas que ofrecen soluciones para llevarla a cabo dada la ingente cantidad de presupuesto que se va a destinar. Por último, esta temática también va asociada al concepto de inversión sostenible, que se ha consolidado como un elemento más en el proceso de inversión por parte de los inversores.
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