El año 2024 fue el año de la cruz. Comparando la curva de tipos de interés de finales del 2023 con la de finales del 2024, la observaremos fácilmente.
Tipos de interés de corto plazo bajando y tipos de interés de largo plazo subiendo simultáneamente. El centro de la cruz se situó en los dos años en Estados Unidos, y en los tres años y medio en Alemania.
La inflación subyacente, la estructural, lleva meses estancada, en el rango 2,7%-2,9% en la zona euro, y en el rango 3,2%-3,4% en Estados Unidos, medio punto por encima. Los tipos de interés oficiales de Estados Unidos (rango 4,25%-4,50%), superan, sin embargo, al tipo de interés oficial de la zona euro (3,15%), en un importe superior, un +1,25%. Luego, a priori, el descenso de los tipos de interés cortos, si bien está bastante acotado en ambos casos, tiene en realidad y contra todo pronóstico, un potencial de descenso superior en Estados Unidos. Los tipos de interés de largo plazo empiezan a considerarlo, con subidas desiguales a ambas orillas del Atlántico. En otras palabras, durante el 2025 la cruz debería abrirse más aún, aunque debido más a la subida de los tipos largos que al descenso de los tipos cortos.
Ello tiene unas grandes implicaciones a la hora de decidir qué tipo de renta variable puede comportarse mejor. Si los tipos cortos bajan menos de lo previsto, sectores como el bancario se verán beneficiados. Si los tipos largos suben más de lo esperado, los negocios de contador se verán perjudicados. Por otra parte, cuanta más pendiente de tipos exista, mejor para las small caps, que se financian más a corto plazo frente a las grandes empresas que lo hacen más a largo plazo. Sí, este podría ser el año de las small caps.
Artículo publicado en La Vanguardia el domingo, 19 de enero de 2025.