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Actualidad en los mercados

Realidad vs. realidad

Muchos inversores se preguntan por qué nada de lo que sucede parece afectar a las bolsas. Ni los acontecimientos geopolíticos en Oriente Medio y Europa del Este, ni tampoco las cada vez más débiles amenazas arancelarias de Trump. La respuesta es la bonanza empresarial.

A nivel mundial las empresas cotizadas, de países tanto desarrollados como emergentes, están aumentando las ventas a ritmos anualizados del +5,7%, los ebitdas al +9,2% y los beneficios netos al +9,7%. Todo ello con una situación financiera muy saneada. La ratio deuda financiera neta/ebitda media es de 1,3 veces, y baja a 1,0 a dos años vista. No debiera extrañar que las bolsas mundiales estén en máximos históricos.

Pese a los datos objetivos, el relato predominante en los últimos tres años es el de crisis. Las noticias alarmistas percibidas por el inversor difieren de la realidad empresarial. ¿Alemania está mal? El índice Dax ha subido un 23% en el año. ¿Crisis con bajo paro? La tasa de desempleo en la zona euro es la menor desde que esta existe. La del conjunto del mundo desarrollado es la menor en décadas. La tasa de paro en EE. UU. se corresponde con la de pleno empleo. ¿Crisis con finanzas familiares saneadas? El patrimonio financiero de las familias es el mayor que ha habido nunca, tanto en valor absoluto, como en neto o per cápita. Los ingresos públicos están igualmente en máximos históricos.

Las desconexiones de la realidad existen. Desde la famosa “Crisis? What crisis?” atribuida al premier británico James Callagan en 1979, como negación a lo que era una crisis evidente, hasta la situación actual, en la que se niega una prosperidad igualmente evidente. Una prosperidad invisibilizada, pero cotizada.

 

Artículo publicado en La Vanguardia el domingo, 13 de julio de 2025.