Revertir el cambio climático es uno de los principales retos a los que nos enfrentamos actualmente a escala global. A lo largo de los últimos siglos hemos sido testigos de un gran desarrollo de la economía, al mismo tiempo que se producía un aumento exponencial de la población. Estos factores han impulsado grandes avances en todos los sentidos, pero a su vez han favorecido la utilización de diferentes fuentes emisoras de gases perjudiciales para el medio ambiente, con el consiguiente impacto negativo en nuestro planeta. En concreto, la generación de energía, la agricultura y el uso de la tierra, los procesos industriales, y el procesamiento de residuos se han convertido en los principales causantes del calentamiento global.
Conscientes de la importancia que tiene avanzar hacia un mundo más limpio y sostenible, desde hace años, gobiernos, empresas y la sociedad en general están trabajando para encontrar nuevas soluciones que nos permitan alcanzar la neutralidad de emisiones en el año 2050. Así, las administraciones públicas y el sector privado han visto la necesidad de invertir en nuevos proyectos que les permitan cumplir con los objetivos recogidos en el “Acuerdo de París” y tratar de reducir al máximo los efectos sobre los recursos, el ecosistema, la biodiversidad y la atmósfera.
Principalmente, existen cuatro grandes motores que encabezan la lucha contra el cambio climático:
- La transición hacia un modelo de generación de energía limpia
- El impulso transporte sostenible (con el impulso de los vehículos eléctricos o electrificados como sustitutos de los medios de transporte convencionales)
- La búsqueda de nuevos métodos de producción alimentaria más sostenibles
- La economía circular o reaprovechamiento de recursos
El mercado financiero no es ajeno a esta megatendencia que está transformando nuestra economía y nuestra sociedad, y en la que la lucha contra el cambio climático y la escasez de recursos está provocando que surjan nuevas oportunidades de inversión. A la hora de afrontar la decisión de si invertir en Economía Circular y Desarrollo Sostenible, bien sea a través de una cartera global de la megatendencia o bien sea a través de las distintas temáticas que se desglosan de la misma, es importante conocer las características de las empresas y sectores que están en la cartera de los fondos en los que se estaría invirtiendo. En este contexto, los principales sectores donde invierten los fondos especializados en cambio climático son: Industriales, Tecnología, Servicios Públicos, Materiales Básicos, Consumo Cíclico y Consumo Discrecional.
Dentro del sector industrial, las inversiones se centran en compañías enfocadas en maquinaria industrial, tratamiento de residuos, infraestructuras de energía solar o productos y equipamientos de construcción. Por la parte del sector tecnológico, la inversión se centra en aquellos negocios que facilitan la transición hacia procesos más eficientes y sostenibles, como software, aplicaciones, semiconductores o equipamientos eléctricos. En lo relativo a los Servicios Públicos, estos fondos se centran sobre todo en la inversión en compañías de suministro de electricidad, agua o energías renovables. Por la parte de Materiales Básicos, las compañías que encontramos en las carteras de los fondos son compañías cuya actividad principal es la del procesamiento y tratamiento de materiales químicos, materiales de construcción o procesamiento de papel.
¿Qué rentabilidades puedo obtener?
De cara al futuro, todos los pronósticos parecen indicar una preocupación creciente por el cambio climático, lo que impulsaría la modernización de los procesos industriales y la transición energética, que están llamados a ser palanca para un mundo más sostenible y, al mismo tiempo, catalizadores de rentabilidad a medio y largo plazo.
Para obtener más información sobre inversión temática centrada en cambio climático, descarga nuestro dossier, donde podrás consultar los diferentes fondos relacionados con el cambio climático, los activos en los que invierten y su rentabilidad.