El pensamiento dicotómico, también conocido como pensamiento polarizado, es aquella forma de pensar en la que solo se contemplan dos alternativas que son totalmente opuestas y excluyentes entre sí. Habitualmente se conoce también como pensar en todo o nada, en blanco o negro, en renta variable o renta fija, inversión en acciones value o growth.
El pensamiento dicotómico no suele comportarse muy bien a largo plazo con el asesoramiento financiero y el futuro de nuestro bienestar económico.
El comportamiento de los inversores en planes de pensiones está muy alejado de ese pensamiento dicotómico, acumulando la mayor parte del capital en planes de pensiones mixtos. Estos planes invierten un porcentaje en renta variable y otro en renta fija, en función de la categoría.
Y de mixtos entendemos muy bien en la gestora de pensiones de GVC Gaesco, disfrutando de dos planes que atesoran excelentes resultados a largo plazo: Plan Familiar (renta fija mixta) y Plan Capitalización (renta variable mixta).
La rentabilidad histórica de estos planes es fruto del esfuerzo, la disciplina y la emoción de superarse cada día, y así poder ofrecer a los clientes un bienestar económico óptimo una vez se jubilen.
Ahora bien, no caigamos en el error de aplicar el pensamiento dicotómico entre el Plan Familiar o el Capitalización. Quizá la combinación entre los dos sea la diversificación óptima.
Apliquemos pues el modelo de Markowitz, cuyo objetivo es el de maximizar la rentabilidad minimizando el riesgo, creando una cartera de inversión diversificada en varias clases de activo.
Y es que es este mundo actual, las cosas parecen ser solo blancas o negras, perdiendo la perspectiva de cada individuo, es decir, no hay una verdad única y objetiva, sino interpretaciones personales en función del cristal con el que se miran las cosas. Hemos perdido la gama de grises que daban equilibrio a casi todo, llegando al extremo absurdo de que alguien formule la pregunta: ¿A quién quieres más, a mamá o a papá?
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