El análisis técnico es una poderosa herramienta en manos de los inversores en los mercados bursátiles, que permite desarrollar un método racional de inversión –ya sea manual o automatizado– que puede hacer aumentar las probabilidades de éxito de la misma.
Hay que tener en cuenta que un buen método de inversión mediante la aplicación del análisis técnico tiene unas probabilidades de éxito de más de un cincuenta por ciento, frente a las inversiones que se llevan a cabo sin aplicar ningún método racional.
No obstante, el análisis técnico no es fiable al cien por cien ya que éste tan solo ayuda a aumentar la probabilidad de éxito en cada inversión a realizar, pero de ninguna manera se trata de un método de éxito seguro. La crítica principal que se hace al análisis técnico es que se trata de una técnica sin ninguna científica base, que funciona porque mucha gente cree en ella y la utiliza. Esto supone que, a modo de ejemplo, las figuras chartistas no existen realmente, sino que son una invención de los creadores del análisis técnico y si realmente funcionan es porque mucha gente cree en su existencia y compran o venden cuando se forman dichas figuras y son esos inversores que compran y venden los que hacen que esas figuras funcionen.
Lo cierto es que el análisis técnico es seguido por millones de inversores en todo el mundo, no solo particulares sino también por las manos fuertes del mercado y las grandes instituciones que invierten en los mercados bursátiles, por lo que se ha convertido en una técnica muy utilizada y eso es precisamente lo que da fiabilidad y hace que se cumplan las figuras chartistas y los soportes y resistencias que se forman en los charts o gráficos de precios.