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Actualidad en los mercados

Un derrapaje en toda regla

Los mercados bursátiles han efectuado un súbito cambio de ritmo. Desde el día 9 de julio hasta el momento de escribir este artículo, el índice Nasdaq 100 ha caído un -6,2%; el S&P500, un -2,14%, mientras que el índice Russell 2000 ha subido un +10,31%. En sólo dos semanas, pues, las pequeñas empresas cotizadas le han sacado nada menos que un +16,5% de rentabilidad al Nasdaq 100 y un +19,7% a las denominadas siete magníficas. Un derrapaje en toda regla.

Se trata de un movimiento que beneficia a los inversores que se preocupan mucho por las valoraciones de las empresas que adquieren. Las pequeñas empresas cotizan a múltiples más bajos que las grandes empresas pese a tener tasas de crecimiento de beneficios mayores para los próximos años. Era, y sigue siendo, muy conveniente adquirirlas. Perjudica, en cambio, a los inversores de retrovisor y a los de gestión pasiva, como los ETF, ya que estos compran siempre más de aquello que más ha subido ya. Una empresa no pasa a ser “magnífica” sólo por el hecho de que su cotización haya subido mucho con anterioridad. Sobran los ejemplos.

Adicionalmente, la rotación entre valores dentro de una tendencia alcista constituye una gran noticia, dado que es un buen indicador de su continuidad. Finalmente, hay que destacar que la virulencia y la magnitud con las que se ha producido el movimiento presionan mucho a aquellos inversores que, conociendo el desfase de valoración, no actuaban.

Esta situación me recuerda mucho a los cambios de tonos, o modulaciones, que se producen en muchas piezas musicales. Subiendo medio tono, o un tono entero, consiguen dotarlas de más fuerza. Esto es justo lo que ha hecho el mercado bursátil, adquirir más vigor.

 

Artículo publicado en La Vanguardia el domingo, 28 de julio de 2024.