D. Francisco José Gan Pampols, Teniente General del Ejército de Tierra, hace un detallado recorrido por el conflicto árabe-israelí, desde sus orígenes hasta la guerra actual, en los Desayunos de Actualidad de GVC Gaesco.
D. Francisco José Gan Pampols, Teniente General del Ejército de Tierra y experto en geopolítica mundial, define la situación de Oriente Medio como un “nudo infinito”, un enredo sin inicio ni fin con una desbordante complejidad. El territorio que hoy ocupa el estado de Israel, tierra santa para las tres grandes religiones monoteístas, ha sido sacudido a lo largo de la historia por numerosas invasiones que han marcado su destino. La formación del estado hebreo data del año 1947, pero desde el siglo IV hasta el siglo XX, la región estuvo bajo dominio romano, bizantino, árabe, cruzado, mameluco, otomano y británico. En la época del imperio otomano se produjeron, además, la primera y segunda Aliá, es decir, oleadas de inmigración a gran escala de judíos expulsados, principalmente, de Rusia y Polonia.
En el marco de la Primera Guerra Mundial, el acuerdo Sykes-Picot, un pacto secreto entre Gran Bretaña y Francia, con el consentimiento de la Rusia aún presoviética, estableció el reparto de las posesiones del Imperio Otomano en Oriente Próximo. A raíz de ese momento ya se empieza a barajar en Reino Unido la idea de proporcionar un “hogar nacional” para la población judía en la zona de Palestina, de cuyo territorio se estaba retirando el imperio otomano. Se trata, para el Teniente Gan Pampols, de un momento clave para la historia reciente del conflicto árabe-israelí, ya que es “el origen del problema que se siguió desarrollando durante el proceso colonial británico en el que fue aumentando el número de judíos en la zona de Palestina, produciéndose de una forma más o menos velada una colonización en el territorio”.
Una de las primeras resoluciones de Naciones Unidas, que se constituyó 1945, fue la 181, en la que se hablaba por primera vez de la creación de dos estados para albergar a la población árabe y judía, respectivamente, y la creación de una zona internacional en Jerusalén. No obstante, esta resolución, de 1947, fue rechazada tanto por parte de la población palestina e israelí, como por el resto de los países de la zona. Desde entonces, la historia de la región ha estado marcada por la inestabilidad, con cuatro guerras árabe-israelís (primera guerra de 1947-1948, guerra del Sinaí en 1956, guerra de los 6 días en 1967, guerra de Yom Kipur en 1973) a la que se suma la actual. A pesar de que acuerdos como el de Oslo han tratado de resolver el conflicto de una forma satisfactoria para ambas partes, todos ellos han fracasado.
Más allá de la visión geopolítica, la cara más amarga del conflicto es su coste humano, que ya rebasa las 28.000 víctimas. Asimismo, otro elemento a tener en cuenta es el sentimiento hacia Israel de la población en el mundo árabe e islámico. “Actualmente el rechazo de la población es mayoritario, incluso en países como Marruecos o Sudán que reconocieron en su día al estado de Israel”, ha explicado Gan Pampols.
En opinión del Teniente General del Ejército de Tierra, son muchos los elementos que complican la resolución del problema, enquistado desde hace décadas: desde la elevada densidad de población de la franja de Gaza, la más alta del mundo, que imposibilita unas condiciones de vida dignas, y los millones de palestinos que salieron del territorio y no tienen la nacionalidad del país donde están actualmente, hasta la “endiablada” geopolítica regional. “Actualmente las posturas son irreconciliables, porque no existe por parte de Hamás ni por parte del gobierno israelí ningún punto de aproximación más allá de una tregua humanitaria. No existe una solución a corto plazo”, ha sentenciado. “Además, hay muy poco margen para la mediación internacional”, ha añadido. El militar también ha incidido en el hecho de que otros países como Arabia Saudí, Turquía o Egipto, así como China, Rusia o Estados Unidos, utilizan la causa israelí o palestina para impulsar sus propios intereses en la zona. “Este gran tablero mundial tiene distintas piezas en distintas zonas”, ha apuntado Gan Pampols.
En opinión del teniente, el riesgo de escalada militar en la zona es limitado ya que “no le interesa a nadie, incluyendo a Irán, y especialmente teniendo en cuenta que Israel es una potencia nuclear”. Considera que el conflicto pasará factura a Netanyahu y que el país necesita “un nuevo gobierno que esté en condiciones de empezar a negociar”. En cuanto al pueblo palestino, ha afirmado que “necesita volver a gobernarse de una forma creíble”. Asimismo, para Gan Pampols, la única resolución del conflicto pasaría por “la creación de dos estados viables” ya que “si el origen del conflicto no se resuelve, sus consecuencias volverán a ser las mismas”.