La familia Saveris, accionista de control de la empresa cotizada belga Exmar, ha presentado este mes una opa por la totalidad de las acciones. Ofrece un importe en metálico que supera en un +24,7% al último precio cotizado, y en un +52,8% al precio de cierre del 2022.
Todas las opas impresionan, si bien las presentadas por las familias de control y pagaderas en caja lo hacen en mayor medida. El año pasado la conocida familia Benetton, accionista de control de la italiana Atlantia, presentó igualmente una opa a la totalidad, con la ayuda de Blackstone. Igualmente, en el 2022 la familia Van der Vorm, de Rotterdam, accionista de control de la holandesa Boskalis a través de su brazo inversor HAL, presentó otra opa a la totalidad. Pagó un 36,5% más respecto a la última cotización. El accionista de control es quien mejor conoce a la empresa y, aun desembolsando un precio muy superior al de su cotización, pretende obtener un beneficio adicional pagando más de lo que cotiza, pero menos de lo que vale.
El cortoplacismo empresarial, por el que algunos intentan simplemente vender empresas a múltiples ebitda superiores a los de adquisición, queda minimizado por la auténtica creación de valor. Familias muy pacientes, que tienen una participación de control en una empresa cotizada, y que saben que tarde o temprano su cotización se situará significativamente por debajo de su valor. Solo hay que esperar. En aquel momento presentan una opa que el resto de inversores deberá aceptar por puro coste de oportunidad. No solo la acción de la empresa estará barata entonces, sino también el conjunto del mercado. Creación de valor para el accionista en estado puro. ¿Cómo está hoy el mercado? Muy barato.
Artículo publicado en La Vanguardia el domingo 30 de abril de 2023.