Vulnerabilidades de la economía global
Los verdaderos riesgos geoestratégicos y su posible impacto
Marcos Urarte, ingeniero experto en geoestrategia y geoeconomía, prospectiva estratégica y estrategia de las organizaciones, Presidente del Grupo Pharos y Consultor Estratégico y Organizacional en España y Latinoamérica, analizó los principales riesgos geoestratégicos para la economía mundial en los Desayunos de Actualidad de GVC Gaesco.
En los últimos años, hemos sido testigos de diversas dinámicas globales que han sacudido la economía mundial: desde la pandemia hasta las tensiones geopolíticas, pasando por el latente desafío climático o la actual disrupción que supone la inteligencia artificial. Estos desafíos se potencian debido a la creciente interdependencia de nuestras economías, que se ven impulsadas a adoptar una visión más holística, abandonando la endogamia corporativa y sectorial.
Inmersos en un contexto de creciente volatilidad, las pasadas siglas VUCA (volátil, incierto, complejo y ambiguo) se han transformado en VI2RCA2S, según el experto. En este nuevo escenario, la inmediatez, el ruido, la aceleración y la simultaneidad de disparidades definen de manera más concreta el actual contexto mundial.
La tormenta perfecta de la economía global
En la actualidad, nos encontramos en un escenario complejo, donde diversas situaciones parecen haberse alineado para impactar de manera conjunta en la economía. Con el cambio climático como principal riesgo estructural de nuestra civilización, la situación geopolítica ha hecho que cinco riesgos se sincronicen en la actualidad: el incremento de costes de las materias primas, el crecimiento de los precios energéticos, la expansión de los gastos logísticos, el aumento de los cargos laborales y la subida de los tipos de interés.
Todas estas dinámicas impactan de manera crítica en la sociedad, que debe soportar una constante pérdida de poder adquisitivo y un incremento de inflación notable. Asimismo, esta situación hace que las empresas se encuentran ante una encrucijada, en la que deben decidir si repercuten estas alzas de costes en el cliente o deciden asumirlas, comprendiendo el potencial riesgo corporativo.
La geopolítica de la tecnología
Con el desarrollo tecnológico de las últimas décadas, unos pequeños elementos electrónicos acaparan la atención de las grandes naciones mundiales: los semiconductores. Estas manufacturas, claves en multitud de productos tecnológicos, son un elemento estratégico de la geopolítica global, dada su capilaridad en otros sectores económicos.
En este eje, vuelve a aparecer la interdependencia previamente mencionada: “el 81% de la producción de semiconductores de <20 nm se produce en Taiwán y Corea del Sur y, en en el caso de <10nm, el 92% de la fabricación se encuentra en Taiwán”. Este tipo de dependencia resulta contraproducente, además de tener el potencial de resultar en escasez futura si las tensiones geopolíticas se intensifican.
El volátil contexto tecnológico hace que los ciberataques emerjan como “una amenaza influyente en un mundo cada vez más interconectado, lo que podría desencadenar en la consolidación del término permacrisis”, que nos sumerge en una situación de crisis continua.
El poder bipolar guiará nuestro futuro
Con el progresivo incremento de la polarización mundial, Europa se encuentra en una situación compleja, donde debería independizarse de Estados Unidos para no caer en la irrelevancia y evitar ser arrastrada en una hipotética confrontación entre Pekín y Washington.
Urarte señaló que “los dos grandes polos de poder mundial se encuentran inmersos en una situación tensa, con diversos frentes abiertos en el eje comercial, tecnológico y militar, pero sin concluir en un enfrentamiento directo”. Ante esta encrucijada, “debemos aprender a competir en nuestro entorno y no perder tiempo en aquello que no podemos controlar”, añadió.