Las correcciones en los mercados siempre vienen de la mano de alguna excusa y esta vez ha sido el Banco Espirito Santo el que la ha dado.
Con los altos niveles de valoración actuales, los problemas financieros de dicha entidad lusa, junto con los débiles datos de actividad en Europa (la producción industrial de Francia en mayo cayó un 1,7%, frente al +0,3% de abril y el +0,2% esperado y la italiana bajó un 1,2% frente al 0,7% anterior u el 0,2% esperado), fueron suficientes para que se produjera un movimiento a la calidad en todos los mercados.
Las bolsas europeas cayeron ayer un 1,6% de media, con descensos del 1,9% en los mercados periféricos y más de un 3,5% en Portugal.
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