Jaume Puig. Director General de GVC Gaesco Gestión
Como decía Kant, “Es por medio de la sensibilidad como los objetos nos son dados”. Aplicado al mundo de los mercados financieros, ello significa que para que cambien los precios de los mercados, no es necesario que cambie la realidad económica ni la situación de las empresas, sino únicamente que lo haga la sensibilidad del inversor, esto es, su estado de ánimo. Esta es la situación que se ha vivido en los descensos que los mercados han tenido en este inicio de año. El Fondo Monetario Internacional acaba de publicar sus perspectivas para el crecimiento económico. Mantiene que el año pasado el mundo creció al +3,1%, y que los dos próximos años crecerá al +3,4% y al +3,6% respectivamente. No sólo el PIB mundial está en sus máximos niveles históricos, sino que, además, este nivel de crecimiento es muy satisfactorio para los beneficios empresariales.