Las bolsas europeas se comportaron positivamente con la excepción del Dax, que está luchando con su máximo histórico de 10.000.
Los bonos consolidaron posiciones en los actuales niveles de mínimos históricos de rentabilidad a la espera de que el BCE de más pistas sobre la posibilidad de iniciar una compra de deuda en el secundario.
A los niveles actuales de rentabilidad, caídas adicionales solo se podrían justificar con descensos adicionales de la inflación, lo cual no es descartable si se consolida la caída en el precio del petróleo o con la intervención del BCE. Lo que sí puede suceder es una bajada adicional, aunque ya está en mínimos de del diferencial de deuda español, en base a la mejora de los datos económicos que estamos viendo, como el PMI manufacturero (el español fue el más alto de la UEM en noviembre) o los datos laborales que conocimos ayer.