Cristina Martín. Gestora de Patrimonios de GVC Gaesco
Los que tengan niños, habrán visto en alguna ocasión la película Monstruos S.A. Los que no la hayan visto, únicamente deben saber que en una ciudad llamada Monstruópolis, los monstruos “asustadores” profesionales se dedican a asustar a los niños para transformar su miedo en energía.
En el transcurso del filme, al mantener por error contacto con los niños, a los monstruos se les acaba el negocio: sus sustos dejan de dar miedo.
Así, al jugar con los pequeños, terminan descubriendo que las carcajadas de los niños producen mucha más energía que sus gritos y por lo tanto, acaban rindiendo mucho más.
A modo de ejemplo, en los últimos años, la mayoría de las empresas de telefonía que conocemos ha sufrido algún tipo de transformación, incluso existen casos de compañías que han tenido que reinventar su negocio partiendo de cero.
La constante innovación y evolución de las empresas es esencial para su supervivencia en unos mercados en que la globalización implica el cambio y la mejora constantes.