Como decíamos ayer, al final las declaraciones o pistas que den los bancos centrales sobre su apoyo a los mercados serán decisivas para que se supere el episodio de “pánico” que hubo la semana pasada. Nos guste más o menos, los fundamentales (sobre todo resultados empresariales) se mueven más lentamente de lo que necesita el mercado y, por ello, el soporte monetario sigue siendo clave.
En este sentido, los rumores de que el BCE podría decidir comprar bonos de empresas en el mercado secundario, además de ejecutar su programa de compra de ABS ayudaron ayer a los índices a empezar a salir de la zona de peligro, en especial al S&P a volver a recuperar la media de 200 sesiones y al Ibex 35 los 10.000 puntos, nivel en el que había rebotado en agosto.