Los últimos datos económicos en Europa (sobre todo la producción y las exportaciones en Alemania, con una caída del 1,1% en mayo), han dejado en el mercado una sensación de que la recuperación de la actividad está perdiendo algo de fuerza.
Esto se ha combinado con el adelanto del momento de subida de tipos en EEUU, la presión en los bancos, por las sanciones de EEUU que ya hemos visto en BNP y se rumorean en Commerzbank, y el acercamiento de los AQR, en octubre y algunos profit warning en empresas del sector de viajes.