Las bolsas europeas comenzaron en negativo por la publicación del dato del IFO alemán que decepcionó al situarse en septiembre en 104,7 frente al 106,3 del mes anterior y el 105,8 esperado. El mal comportamiento vino por el componente de expectativas que se redujo desde el 101,7 al 99,3, por los efectos de las tensiones geopolíticas y el enfriamiento de los mercados emergentes. Este es el nivel más bajo desde abril de 2013.
Estas nuevas pruebas de la debilidad en la zona euro, tuvieron su reflejo en presiones adicionales en el euro/dólar que se ha situado por debajo del 1,28 y que ya está en los mínimos desde mediados de 2013.
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