Aunque los índices de volatilidad tanto del mercado europeo como del americano siguen en niveles históricamente bajos, en los últimos días se ha recuperado parte de la bajada de junio.
Las razones están en la presión sobre los bancos europeos después de los problemas del Banco Espirito Santo ayer su cotización volvió a caer un 14% acumulando un -60% desde junio) y en los débiles datos de actividad de la eurozona (ayer conocimos el índice de expectativas ZEW de la UEM, que cayó al 48,1 en junio desde el 58,4 de julio).
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