Jaume Puig. Director General de GVC Gaesco Gestión
Este año bursátil 2016 está constituyendo un test de gestión muy importante para los inversores. Empezó el Ibex-35 cayendo un -18,8% hasta el 11 de febrero, para posteriormente subir un +18,7% desde entonces hasta el día 21 de abril. De forma similar el Eurostoxx50 cayó un -18,0%, para posteriormente subir un 17,6%. En conjunto, y dada la diferencia de base, ambos índices acumulan descensos en el año de entorno al -3,5%. La dispersión entre empresas está siendo igualmente muy grande, la mejor del Ibex-35 en lo que llevamos de año ha sido Arcelormittal, que ha subido un +67%, y la que más ha caído ha sido IAG con un -19%. Ante esas fuertes variaciones, el riesgo de cometer errores trascendentes ha sido elevado.
Los inversores que hayan vendido, salvo que lo hayan hecho forzados por la necesidad imperiosa de disponer de liquidez, estarán preocupados. Si han vendido arrastrados por el mero pánico que provocan los descensos, distinguiría entre dos casos, por una parte aquellos que tienen escasa experiencia en los mercados financieros, los recién convertidos a inversores que no han vivido anteriormente la volatilidad intrínseca de los mercados, y por otra parte aquellos otros que acumulan ya una experiencia importante en los mismos. A los primeros les diría que han tenido un bautismo de volatilidad, y que han vivido una de las múltiples ocasiones en que los mercados descienden sin argumento alguno, que suelen terminar con recuperaciones meteóricas ¿Recuerdan agosto del 2011? A los segundos les diría, en cambio, que tienen demasiada Renta Variable dentro de su cartera, y que deben reducir su exposición a la misma hasta que las necesarias oscilaciones les sean soportables. Aquellos inversores que hayan mantenido sus posiciones invariables estarán tranquilos, salvo que hayan tenido más disponible para aumentar posiciones y no lo hayan hecho, habiendo perdido una gran oportunidad de compra. Habrá más, sin duda, pero como principio básico hay que aprovechar aquellos descensos de los mercados que no anticipan nada. Aquellos otros inversores que hayan aprovechado la coyuntura para comprar estarán, sin duda, muy satisfechos. Tienen bien tomado el pulso del mercado, que no es otro que el de comprar en cada punta de volatilidad.