Juan José Berrocal. Analista
El mercado de bebidas energéticas se ha significado en estos últimos años por dos vertientes que nos enfrentan ante un dilema:
- Aprovechar la oportunidad de sumarnos a un mercado que se encuentra en un crecimiento constante. Prueba de ello es que las ventas en Estados Unidos, exceptuando los canales habituales, fueron en el año 2012 de 8.560 millones de dólares y se esperaalcanzar los 12.750 millones para el año 2016
- O bien, por el contrario, analizar los problemas legales derivados de las dudas acerca de la salubridad de este tipo de bebidas.
Tras el fallecimiento de un adolescente en el año 2011 debido a la ingesta “abusiva” de estas bebidas, se desató una campaña muy feroz contra el sector. Incluso se llegó a plantear la posibilidad de prohibir el consumo a niños y adultos en la ciudad de Chicago, con el consiguiente reflejo en el comportamiento bursátil, francamente negativo, de este tipo de compañías en bolsa como Monster Beverage Corp., y que aun quedaría pendiente de recuperar en gran medida.
Podemos tener algo claro, y es que la industria se enfrenta al desafío de contraatacar con campañas que devuelvan gran parte de la confianza perdida.