Antoni Bellfill. Director de Gestión de Patrimonios
Barcos varados en medio de un desierto de sal, industria pesquera lejos del mar, amarres inútiles para flotas que nunca regresarán….
El mar de Aral, mar interior situado en Asia Central entre Kazakstán y Uzbekistán, era considerado apenas hace 50 años uno de los cuatro lagos más grandes del mundo. Con una superficie de 68.000 kilómetros cuadrados, la marina imperial rusa llegó a desplegar sus buques en él. Hoy, fruto del progresivo drenaje de sus principales abastecedores de recursos hídricos, se ha reducido en un 60% y su volumen en casi un 80%.
El mar literalmente se ha secado y actualmente es más correcto hablar del desierto de Aral que del mar de Aral.
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