Margarita Rivas. Agente Financiero de GVC Gaesco Madrid
La definición exacta de un ETF es “Exchange Traded Fund”, lo que en castellano paladín no es más que un fondo cotizado en Bolsa. La peculiaridad de estos productos (y, para mí, su encanto) es que tiene lo mejor de los fondos de inversión, eso es, que están compuestos por una cesta de activos que permiten una gran diversificación, pero se comporta como una acción, pues se puede contratar durante toda la sesión bursátil sin necesidad de esperar al cierre para conocer el valor liquidativo.
Existen ETFs de todo tipo: sectoriales, de commodities, inversos, que replican a un determinado índice bursátil, de renta fija y un largo etcétera, a gusto del consumidor más exigente para que componga su cartera a medida.