Juan José Berrocal. Analista
Existen compañías cotizadas en nuestro mercado que aunque no están en boca del todo el mundo. Alguna de ellas merecen, y mucho, una mayor atención por su buen hacer empresarial y su devenir bursátil. Nos referimos a Barón de Ley.
Recientemente se confirmó que nuestro país se ha convertido en el primer productor mundial de vino, y eso es decir mucho teniendo como rivales directos a Italia y Francia, con una mayor tradición en políticas de marketing.
La depresión en el consumo interno español ha obligado a nuestra industria vinícola a reinventarse, sumando a este factor además el poco apoyo desde la Administración.
Por Comunidades Autónomas, destacaríamos la de Castilla – La Mancha con un aumento en exportaciones del 64%, seguida de Extremadura, con incrementos cercanos al 28%. Estos datos destacan sobremanera cuando se sabe que las importaciones de vino a nivel mundial han decrecido en 514 millones de euros (35 millones de litros), y cuando las compras de vino español en su conjunto han aumentado en 27,5 millones de euros (150 millones de litros).
Ante este milagro empresarial, uno se pregunta dónde podría estar el secreto de este gran logro. La respuesta la podemos encontrar en la generación de valor mediante la imagen de marca y el reforzamiento de los canales de distribución.