A no ser que nos sorprenda, pensamos que en la reunión de hoy, lo más probable es que el BCE volverá a utilizar la retórica para que la economía europea gane tiempo.
Los datos de actividad y las previsiones de inflación, podrían justificar en parte una acción más agresiva por parte del BCE. La inflación europea lleva más de un año por debajo del 1% que es la mitad de su objetivo y con tendencia a la baja. Sin embargo, los buenos, e incluso excesivos, niveles de liquidez del mercado y las bajas rentabilidades de la deuda europea, junto con las reticencias de Alemania, se ponen en contra de la QE.