La semana pasada, las bolsas europeas subieron de media un 3% a pesar de que se consumó la anexión de Crimea a Rusia y de que la FED acortó el posible calendario de subida de los tipos.
La razón de fondo sigue siendo en nuestra opinión, el atractivo relativo mirando a medio plazo, de la renta variable frente a otros activos en un entorno de bajos tipos y una recuperación lenta, pero sólida en EEUU y en menor medida en Europa. Sin embargo las dudas sobre la capacidad de los mercados emergentes para recuperar un ritmo de crecimiento atractivo y reducir las presiones sobre sus monedas, es el contrapeso negativo que frena a los mercados.