Carmen Muñoz. Agente Financiero de GVC Gaesco Sevilla
Es una vieja máxima del mercado el dejar correr los beneficios. Hay que dejar correr los beneficios y cortar en seco las pérdidas, a las que luego nos referiremos.
Dejar correr los beneficios es una tarea que requiere de cierto entrenamiento. Frecuentemente, las plusvalías queman en las manos del inversor, apareciendo la intención de convertir en reales los potenciales beneficios ante el temor siempre presente en el ánimo del inversor a que éstos se esfumen de la noche a la mañana. Una buena gestión de la cartera obliga a ser muy disciplinado para evitar este supuesto.