Antoni Bellfill. Director de Gestión de Patrimonios de GVC Gaesco
Según explica la fábula, un escorpión frente la imposibilidad de cruzar un río decidió pedir ayuda a una rana. La rana se negó, consciente de que una vez estuviera transportando el escorpión restaría indefensa ante su temido aguijón. El arácnido negó tal posibilidad argumentando que ello implicaría su propia muerte por ahogamiento. Al final, la rana accedió a transportar el escorpión y en medio de la travesía este último la atacó. Ante la pregunta del porqué de tal ataque que los condenaba a morir, la respuesta fue breve: «Soy un escorpión y esta es mi naturaleza.«
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