Ramón M. Boj Gisbert. Agente Financiero de GVC Gaesco Zaragoza
Independientemente de lo que nos cuentan los medios de comunicación, es aconsejable de vez en cuando ejercitar nuestras capacidades intelectuales para sacar conclusiones propias. Los datos sobre la economía española están disponibles en la web del Banco de España: http://www.bde.es/webbde/es/estadis/infoest/indeco.html. Entre otros recursos disponibles, tenemos el cuadro de ingresos y gastos del Estado, que es el que vamos a analizar. http://www.bde.es/webbde/es/estadis/infoest/e0601.pdf
Empezamos el año 2007 con un sector público con capacidad de financiación, es decir, que tenía unos ingresos que superaban a los pagos de las Administraciones Públicas, y que obtenía sus recursos fundamentalmente con Impuestos sobre la Renta y el Patrimonio (más del 50% del total). Actualmente, esa fuente de ingresos ha disminuido una tercera parte y ha tenido que ser sustituida por otra. La subida del IVA fue la solución de urgencia para solucionar ese problema de recaudación pública, pero el deterioro de la actividad económica y el aumento del fraude y la economía sumergida han vuelto a colocar los ingresos por IVA un 40% por debajo de los niveles de 2008.
Sin embargo, al cierre del ejercicio 2012, los ingresos del Gobierno Central han logrado recuperar casi los niveles de 2008, tras pasar por un período francamente malo en los años 2009-2011. ¿De dónde se obtienen ahora los recursos? Pues, a la vista de los datos de la contabilidad nacional, de la partida “Resto”, que casi se ha multiplicado por 4, pasando de un peso inferior al 10% del total de ingresos a suponer casi el 35% del total. Confiar la sostenibilidad de las finanzas públicas a un “cajón desastre” de ingresos, en lugar de tratar de mantener los aportes de impuestos directos (IRPF e IS) e indirectos (IVA), implica cuando menos una falta total de previsión y de visión a medio plazo y también una falta de transparencia, puesto que no se puede verificar sobre qué personas u organismos está recayendo esa nueva presión fiscal encubierta.