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Seguro de vida como herencia: ¿Es buena idea?

Publicada en 8 marzo, 2018 de GVC Gaesco Publicado en: Economía y Finanzas, Nuestros agentes, Por tu interés

Sergi Torrens. Colaborador de la Correduría de GVC Gaesco

Hay clientes que desean dejar en herencia una cantidad de dinero a sus familiares o a personar ajenas al núcleo familiar. En general, tienen la idea preconcebida de contratar un seguro de vida por un importe determinado marcando como beneficiaria la persona o personas que deben recibir la herencia.

De partida debo decir que la intención es buena, la estrategia mala, el modo de obtener el beneficio funesto y, para colmo, tú pagas pero no lo disfrutas (¡recuerda que tú eres el colateral!). Hay una estrategia alternativa, pero antes me gustaría que viéramos el por qué contratar un seguro de vida no es la mejor idea.

Lo primero que hay que tener presente es la esperanza de vida en nuestro país. Este valor no para de crecer año tras año y el ritmo no es nada modesto. De hecho, desde el 2000 ha subido en casi 5 años tanto en hombres como en mujeres.

Actualmente, según los últimos datos del INE, la esperanza de vida en hombres es de casi 81 y en mujeres 86. Las proyecciones para 2031 son 83,2 y 87,7, para llegar a los 88,7 y 91,6 en 2065

De aquí saco una reflexión sencilla: Más años de vida, más años pagando el seguro de vida.

Recuerda que el seguro debe renovarse anualmente, ya que si no se hace, todo lo pagado en años anteriores no sirve de nada, independientemente del número de años que se haya abonando la prima anual.

Como ejemplo, el seguro de coche: la prima pagada cubre las contingencias de los 12 siguientes meses a su contratación. Por tanto, pasados esos doce meses, vencido el contrato, ya no existe cobertura sobre el vehículo. Para mantenerlo asegurado se debe renovar o contratar una nueva póliza.

Lo mismo sucede con el seguro de vida: cubre los doce siguientes meses desde su contratación.

Pero hay dos motivos que no lo hacen tan sencillo:

  • Por una parte, los seguros de vida aumentan la prima a pagar a medida que nuestra edad se acerca a la esperanza de vida, y el incremento es exponencial los últimos años.
  • Por otra parte, las aseguradoras limitan la contratación del seguro de vida habitualmente a los 80 años aunque lleves toda la vida pagándolo. Dicho de otro modo, la última vez que te permiten renovar la póliza de vida es el año que cumples 80 años. Por tanto, o te mueres antes de esa edad o tu estrategia se va al garete.

Hay una mejor estrategia para esto: combinar seguro de vida y un PIAS.

El siguiente ejemplo es ilustrativo:

Nuestro buen samaritano quiere dejar 100.000€ en herencia a sus hijos. Tiene 45 años y una capacidad de ahorro de 200€ al mes.

El plan consistirá en ahorrar 200€ al mes en un PIAS (Plan Individual de Ahorro Sistemático) haciendo constar como beneficiarios a sus hijos tanto en el PIAS como en el seguro de vida. En caso de fallecimiento, ellos recibirán tanto el importe ahorrado en el PIAS como el capital asegurado con la póliza de vida, que en conjunto deberán sumar 100.000€.

Por tanto, a medida que el importe acumulado en el PIAS crece, la cantidad que debemos asegurar con el seguro de vida es menor y, en consecuencia, la prima que pagará él también lo será. Siguiendo con el ejemplo, si nuestro amigo ha ahorrado 20.000€ en el PIAS, sólo deberá asegurar 80.000€ con el seguro de vida. Cuando sean 30.000€ bastará asegurar 70.000€, y así sucesivamente.

Si ponemos como supuesto que nuestro ahorrador obtiene una rentabilidad anual del 4% del capital aportado al PIAS, podemos ver en la tabla siguiente la evolución del ahorro (primera columna), los intereses que le generan ese año el ahorro acumulado (segunda columna), y el capital a asegurar con la póliza de vida para alcanzar un total de 100.000€ en cada año.

A los 70 años ya dispone del importe que quería. Por tanto, ya no hace falta ni seguir ahorrando ni seguir pagando un seguro de vida. ¡Esto es todo un alivio!, ya no hace falta que nuestro buen samaritano muera antes de los 80 años (recuerda que es la edad límite para contratar una póliza de vida) para asegurarnos que sus hijos hereden los 100.000€.

Pero hay dos ventajas más para nuestro amigo:

  • Ahorrará dinero en primas para el seguro de vida.
  • Podrá disfrutar del dinero ahorrado mientras viva, sin que su valor disminuya

Llegados a los 70 años, con los 103.948€ ahorrados, sin tener que pagar impuestos por todos los intereses generados, podrá contratar una renta vitalicia. Es decir, que mensualmente recibirá una renta por ese ahorro hasta el final de sus días.

Si, por ejemplo, consigue una renta vitalicia al 4%, recibirá mensualmente 346€ de por vida con la ventaja fiscal que los impuestos se limitan al 1,52% de la renta percibida.

Por supuesto, la renta vitalicia tendrá como beneficiarios a sus hijos con la intención que reciban los 100.000€ a su fallecimiento. Y así será, puesto que llegado el momento sus hijos heredarán el capital con el que se constituyó la renta vitalicia.

Una estrategia redonda: Se consigue el objetivo, se pagan menos menos primas, se aprovechan las ventajas fiscales y se obtienen unos ingresos extra mensualmente para disfrutarlos … ¡en vida!

Este tipo de solución tiene varias aplicaciones, aunque la expuesta es la más común. Otra muy habitual se da cuando los herederos reciben principalmente inmuebles como herencia. La idea es ayudarles con algo de liquidez con la que puedan cubrir los gastos e impuestos derivados de la herencia de los inmuebles.

Otra aplicación es dejar una herencia fuera del núcleo familiar, ya que los seguros no entran dentro de la masa hereditaria, y el beneficio lo adquiere no por vía sucesoria sino en virtud de una relación contractual aleatoria establecida en su día por el causante-tomador del seguro con la aseguradora.

Hay muchas aplicaciones, pero lo más importante es encontrar la que tú necesitas. La planificación financiera siempre debe ser personalizada.

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