Jaume Puig, Director General de GVC Gaesco Gestión
A escasas sesiones para que finalice el año bursátil podemos afirmar que el 2016 ha sido memorable desde el punto de vista de la gestión de inversiones, mientras que en lo económico ha sido más bien continuista, con unos crecimientos económicos y unos resultados empresariales positivos y sostenidos durante el año. En lo que a los mercados se refiere, ha habido dos partes muy diferenciadas:
- En la primera mitad del año se registraron dos grandes descensos: uno en febrero, causado en teoría por el precio del petróleo, y otro a finales de junio, motivado por el Brexit.
- En la segunda parte del año se han sucedido unas fuertes alzas bursátiles con un nítido liderazgo de las empresas más expuestas al ciclo económico.
Para haber obtenido unos buenos resultados este año, ha sido necesario mantener dos de las disciplinas de gestión más elementales:
- Por una parte, haber tenido el temple necesario para interpretar correctamente la temporalidad de los dos descensos habidos, dada la extrema fragilidad de su argumentario.
- Por otra parte, no olvidar que para invertir en empresas no basta con que éstas tengan una actividad nicho y una gerencia de calidad, sino que además deben estar baratas.
No existe una protección mejor. El valor estaba, y sigue estando pese a las subidas, claramente en las empresas cíclicas. Las bolsas de la zona euro siguen estando, en su conjunto, muy baratas, y el cierre del descuento fundamental podría culminar en unos pocos trimestres dada la habitual aceleración final de estos procesos. Podríamos estar ante la última gran oportunidad de compra. Parafraseando unos adorables dibujos animados de antaño: no se vayan todavía… aún hay más.
Artículo publicado en La Vanguardia – Sección Dinero del domingo, 18 de diciembre de 2016