María del Carmen Muñoz. Agente Financiero de GVC Gaesco Sevilla
El riesgo está presente en todos los aspectos de nuestra vida…
Hace ya algunos años, tuve que afrontar una operación de mi glándula tiroides. Al no ser una operación urgente lo iba retrasando por miedo a entrar en un quirófano. Pasaban los meses, incluso los años, y me vencía el miedo. Era algo que tenía que hacer y cada día que pasaba era más necesario, aunque seguía sin ser de una urgencia apremiante. Siempre con miedo a realizar algo que sabía que era necesario, me resistía a afrontar ese riesgo. En cierta ocasión, visité a un cirujano que observó con experiencia y profesionalidad mi situación y viendo él que ya no era posible seguir retrasando lo inevitable, me argumentó el siguiente razonamiento: “Asume usted mucho más riesgo cada vez que sube a su vehículo que el que contrae en esta operación”. Ni que decir tiene que fue el cirujano que me realizó la operación.
En cuanto a las inversiones, a algunas personas con cierta aversión al riesgo les sucede algo semejante. El miedo les paraliza. Tienen sus ahorros depositados en cuentas bancarias sin ningún tipo de remuneración y perdiendo mes tras mes, año tras año, el valor adquisitivo debido a la inflación. El miedo al riesgo o probabilidad de perder parte de lo ahorrado les lleva a perder realmente valor adquisitivo.
No se trata de lanzarse al mundo de las inversiones sin conocer el mercado y los productos que en él se comercializan, pero sí que es importante dejarse aconsejar por un buen profesional en cuanto al riesgo que estemos dispuestos asumir sobre los productos más adecuados para nosotros, según nuestro perfil de inversor, nuestra edad, situación, etc.
Al igual que yo me crucé con el profesional de la medicina que me asesoró de forma correcta, es necesario confiar en profesionales que nos ayuden en nuestras decisiones respecto a nuestros ahorros.