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La balanza se decanta por comprar

Publicada en 24 septiembre, 2015 de GVC Gaesco Publicado en: Artículos, Economía y Finanzas, Nuestros expertos 2

Jaume Puig, Director General de GVC Gaesco Gestión

Finalizada ya la presentación de resultados empresariales del segundo trimestre del año, las sorpresas han sido positivas y generalizadas a nivel mundial. En la Zona Euro, por ejemplo,  las ventas han sido un 3% superiores a las previstas, y los beneficios un 10% superiores; en EEUU las ventas mayores en un 1%, y los beneficios en un 4%; en Japón las ventas un 2% superiores que las previsiones, y los beneficios un 16%. Incluso en China las ventas han superado en más de un 12% a las previsiones, y los beneficios en un más de un 2%. Ello ha provocado que los valores fundamentales de las empresas hayan crecido. Nuestras valoraciones del Ibex-35 y del Eurostoxx-50 son ahora un 1,2% y un 3,6% superiores respectivamente a las de antes del verano. El descenso de las cotizaciones en agosto ha coincidido pues con un aumento del valor de las empresas.

Un observador que analice la magnitud de los recientes descensos bursátiles, los niveles de correlación registrados, las volatilidades alcanzadas y la ausencia de subidas de los mercados alternativos, como pueda ser por ejemplo el de renta fija, rápidamente sospechará que estamos ante una más de las habituales oscilaciones que ocurren todos los años. Si entra en el fondo de la cuestión y analiza los argumentos utilizados para interpretar los descensos, rápidamente concluirá que las elecciones griegas de hoy tienen un elevado componente político y un bajo componente económico, una vez el acuerdo con la Unión Europea está ya aprobado; o  que el descenso del precio de las materias primas no es ni nuevo ni negativo. Hace ya cuatro años que dura, es debido sobre todo a un exceso de oferta, y es muy favorable para el conjunto del tejido empresarial y de la economía mundial, productores aparte.

Si entramos en los argumentos de supuesto mayor calado, respecto al crecimiento económico global, recordar que en los últimos tres años el PIB mundial ha crecido a un ritmo estable del 3,4% anual, y que para 2015 se prevé que  crezca al 3,3%. Misma media pero una menor dispersión: En 2012 los países desarrollados crecieron al 1,2% y los emergentes al 5,2%, y en 2015 se prevé que los desarrollados crezcan al 2,1% y los emergentes al 4,2%. El mundo, pues, sigue creciendo pero de una forma más equilibrada. Se prevén crecimientos superiores para 2016. Respecto a la subida de tipos en los EEUU decir que, sencillamente, un país como EEUU que tiene una tasa de paro del 5,1% y una inflación subyacente del 1,8% no puede tener sus tipos de interés oficiales en el cuasi cero. La subida de tipos es necesaria, positiva y hasta cierto punto tardía. La última vez que la FED inició una senda alcista de tipos, en el año 2005, lo hizo cuando la diferencia entre el tipo resultante de la regla de Taylor y el oficial era de un 2%. Esta diferencia se alcanzó ya en 2014 y hoy supera el 3%. La FED siempre ha efectuado consideraciones adicionales a las económicas para escoger el mejor momento de aplicar las medidas, pero no podrá estirarlas tanto y subirá tipos en diciembre. Recordemos que la primera fase de subidas de tipos es positiva para las bolsas, dado que es la mejora económica lo que las motiva. Dejo el argumento chino, el más utilizado, para el final. No sé a quién puede haber sorprendido la pequeña devaluación del Yuan, cuando son múltiples los países que han hecho lo mismo en el mundo como reacción a la fortaleza del dólar. Confundir el descenso de las acciones “A” chinas, las que adquieren los chinos, que habían subido un 140% en los 10 meses que van de agosto 2014 a Junio 2015, con la bolsa china es temerario. Baste con ver el tan dispar comportamiento de las acciones “H”, las cotizadas en Hong Kong que son las que podemos adquirir los inversores internacionales, que subieron sólo un 15% en el mismo período. Achacar además el descenso de los últimos meses de las acciones “A” a un supuesto frenazo de la economía china es aún más inexacto.

De China podemos admitir que está variando su modelo de crecimiento desde un modelo de inversión en capital a un modelo de consumo, lo cual es esencialmente positivo,  y que está moderando sus tasas de crecimiento que se esperan que sean de alrededor del 6% anual hasta el año 2020, pero pretender que China esté en recesión es, sencillamente ir demasiado lejos.

La balanza final, que todos los gestores debemos sopesar a cada movimiento, queda totalmente decantada hacia la compra.

Artículo publicado en La Vanguardia – Sección Dinero del domingo, 20 de septiembre de 2015

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