Joan Prat. Agente Financiero de GVC Gaesco Barcelona
En los próximos años, muy probablemente los mercados financieros se revalorizarán hasta alcanzar su valoración correcta por fundamentales. Una vez allí, será una labor de análisis el hecho de decidir si seguir invertidos en mercados de Renta Variable o cambiar a mercados de Renta Fija o similares.
Todos sabemos que los mercados no suben eternamente, y que ciclos económicos y bursátiles son temporales. La volatilidad es una característica intrínseca de ellos, así como las correcciones y los cambios de tendencia en el corto plazo. Pero todo inversor largoplacista está acostumbrado a esta lógica e intenta gestionar sus inversiones evitando los «ruidos» que le puedan distorsionar.
Hay que estar alerta ante las noticias importantes en el mercado. Analizando el mapa mundial, se puede ver la cantidad de conflictos geopolíticos que afectan a las materias primas en general, al petróleo en particular y a las divisas. Nos encontramos con países que tienen un balance saneado o equilibrado, quizá no más de quince a nivel mundial, pues la mayoría tienen demasiada deuda, un déficit estructural elevado y un PIB negativo en relación a su deuda. Los conflictos políticos están a la orden del día, y los que gozan del llamado «Estado del Bienestar» se encuentran en la realidad con escasos recursos para afrontar las prestaciones de sanidad y jubilación, entre otras.
Evidentemente, se espera que la situación vaya mejorando, y ya se empieza a reflejar en las previsiones de crecimiento mundial publicadas por el FMI. De momento, los mercados no están al margen de todos estos acontecimientos y las cotizaciones se resienten. La volatilidad derivada del escaso volumen en los mercados acentúa cualquier movimiento. Los casos de Grecia, China o el norte de África, por ejemplo, generan inestabilidad que se puede aprovechar para tomar posiciones en los mercados financieros, o incluso aumentarlas.