Como decíamos ayer, al final las declaraciones o pistas que den los bancos centrales sobre su apoyo a los mercados serán decisivas para que se supere el episodio de “pánico” que hubo la semana pasada. Nos guste más o menos, los fundamentales (sobre todo resultados empresariales) se mueven más lentamente de lo que necesita el mercado y, por ello, el soporte monetario sigue siendo clave.
En este sentido, los rumores de que el BCE podría decidir comprar bonos de empresas en el mercado secundario, además de ejecutar su programa de compra de ABS ayudaron ayer a los índices a empezar a salir de la zona de peligro, en especial al S&P a volver a recuperar la media de 200 sesiones y al Ibex 35 los 10.000 puntos, nivel en el que había rebotado en agosto.
También, un miembro del Bundesbank comentó ayer que habrá que ver el alcance que puede tener la compra de ABS, para establecer si otras actuaciones son necesarias, lo que cuadra con los avisos de la institución alemana de que la economía alemana puede estar enfriándose.
A pesar de la relativa adicción del mercado a los estímulos monetarios, pensamos que el fondo real del mercado estará dominado por los resultados y lo cierto es que hasta ahora el 79% de las empresas han superado las estimaciones del tercer trimestre en EEUU, a pesar de algunos malos resultados como los de Coca Cola ayer.
En Europa, aunque las empresas están aún empezando a publicar sus beneficios, el 60% han sido mejores. En todo caso, no sólo el tercer trimestre, sino el cuarto serán claves para la evolución del mercado a medio plazo.
En el plano macro, los datos de viviendas de segunda mano de septiembre ayer en EEUU crecieron un 2,4%, hasta el nivel más alto en 12 meses, mientras que se esperaba un 1% y frente a la caída del -1,8% en agosto, mostrando lo que comentábamos ayer con las viviendas iniciadas, que el mercado residencial en EEUU ha moderado su crecimiento, con respecto a los dos años pasados, pero sigue en clara tendencia positiva.
También, el dato del PIB de China que comentamos ayer, fue descontado positivamente por el mercado, ya que indica que la economía del país podría crecer un 7,3% al final de año, que aunque es el menor crecimiento desde 1990, se acerca al objetivo del gobierno de situarlo alrededor del 7,5% y descarta un descalabro mayor.
En España, ayer, en la subasta de letras a 3 y 9 meses, se pudo ver uno de los efectos de la reciente subida del diferencial de deuda, ya que la financiación se ha encarecido con respecto a agosto. Esta subida de coste puede considerarse como una normalización desde los excesivos mínimos de aquel mes y además las condiciones de financiación española siguen siendo buenas y los vencimientos cómodos, pero hay que vigilar su evolución, ya que puede estar influido por las perspectivas de menores crecimientos.
Para hoy, después de la fuerte subida de EEUU y Asia, lo esperable es que siga recuperándose el mercado europeo y como dato macro importante se conocerá el IPC en EEUU.
Fuente: Bekafinance