Las bolsas europeas comenzaron en negativo por la publicación del dato del IFO alemán que decepcionó al situarse en septiembre en 104,7 frente al 106,3 del mes anterior y el 105,8 esperado. El mal comportamiento vino por el componente de expectativas que se redujo desde el 101,7 al 99,3, por los efectos de las tensiones geopolíticas y el enfriamiento de los mercados emergentes. Este es el nivel más bajo desde abril de 2013.
Estas nuevas pruebas de la debilidad en la zona euro, tuvieron su reflejo en presiones adicionales en el euro/dólar que se ha situado por debajo del 1,28 y que ya está en los mínimos desde mediados de 2013.
También la deuda europea reflejó las dudas sobre la economía y experimentó descensos en los tipos en todos los países, aunque los diferenciales de los periféricos fueron los que más bajaron.
En España el bono se coloca por debajo del 2,2%.
Lo que permitió el rebote en las bolsas europeas fueron dos cosas:
- Estamos en la fase de que los malos datos supuestamente presionan al BCE para más estímulos
- En EEUU las ventas de viviendas nuevas en agosto crecieron un 18%, la mayor subida en años, y el dato de julio se revisó desde -2,4% a +1,9%.
En España ayer vivimos una paradoja respecto al crecimiento del PIB, ya que al mismo tiempo que se filtraba que el Gobierno puede subir la estimación de crecimiento desde el 1,2% al 1,3% para 2014 y del 1,8% al 2% para 2015, el informe del Banco de España apunta que con los datos del 3T se ha observado menos fortaleza del consumo interno y de las inversiones en bienes de equipo, con lo que el crecimiento del 3T podría haberse ralentizado hasta el 0,4% desde el 0,6%.
Con estas fuerzas contrapuestas: debilidad de la zona euro y de los emergentes por un lado y posibilidad de que el BCE apoye más a la economía y la fortaleza de EEUU, pensamos que el mercado se seguirá moviendo en un rango que en el caso del Ibex sería 10.700-11.000.
Fuente: Bekafinance