Cierta sensación de fatiga en los índices americanos y falta de noticias volvieron a provocar una nueva toma de beneficios en la renta variable y la deuda pública.
A falta de otras noticias más importantes, se cotizaron a la baja las declaraciones de responsables de la política monetaria en el Reino Unido y en EEUU que recordaban algo que ya sabemos, pero que no gusta escuchar: la subida de tipos está cada vez más cerca. En concreto, la FED de San Francisco volvió a decir que los mercados pueden estar demasiado complacientes sobre los tipos de referencia americanos.
El sector financiero fue el más penalizado, por las fuertes subidas acumuladas desde principios del año, por la caída de los bonos y por la proximidad de la publicación de los AQR. Por ello, el Ibex, que tiene un gran peso en este sector, fue el que más descendió.
Más que las correcciones de las Bolsas, llamó la atención el descenso de la deuda doméstica, ya que la rentabilidad del bono español subió casi el doble que la del italiano. También la libra sigue bajo presión por el tema de Escocia, habiendo perdido ya un 6% desde mediados de julio contra el dólar (aunque sólo un 1,6% contra el euro).
Siguiendo a los mercados americanos y asiáticos, lo normal es ver una sesión con movimientos cortos y es importante que el Ibex se mantenga por encima de los 10.800, aunque hasta la semana que viene en la que hay reunión de la FED y referéndum en Escocia la volatilidad puede seguir.
Fuente: Bekafinance