El discurso de Janet Yellen no deparó grandes sorpresas. Reconoció que el debate interno de la FED va progresivamente centrándose en un calendario para posibles subidas de los tipos de interés, dado que tanto el empleo como la inflación han progresado rápidamente.
A renglón seguido, matizó que dado que el mercado laboral aún tiene que recuperarse más, sería apropiado mantener los tipos en el nivel actual hasta después de la fecha de retirada de los estímulos (Octubre). Eso sí, también afirmó que los tipos de interés podrían subir antes de lo previsto si ambas variables evolucionan mejor de lo previsto.
En definitiva, mensaje ambiguo que no proporciona pista alguna acerca de cuándo se producirá el inicio de las subidas de tipos. Lo que sí contamos es con las declaraciones hechas el viernes por varios miembros de la FED, que apuntan a que éstas se iniciarán a mediados del 2015.
El que sí parece decidido a actuar es Draghi, que reconoce que los riesgos de no hacer nada en política monetaria superan a los de hacer mucho (tensiones en salarios y precios), dado que el desempleo cíclico se está convirtiendo en estructural.
Aparte de mantener una política monetaria acomodaticia durante un largo tiempo, el BCE remarcó que está preparado para adoptar medidas no convencionales.