Una vez más la influencia de los riesgos geopolíticos empieza a diluirse (lo que no quiere decir que estén cerca de solucionarse), lo que ayer permitió que los activos de riesgo rebotasen.
En el caso de las bolsas americanas, los índices atacaron los nuevos máximos, gracias a que la mayoría de los beneficios siguen estando por encima de las previsiones y a que la inflación subyacente en EEUU en junio creció menos de lo esperado, lo cual rebaja las presiones para que la FED suba tipos antes de lo esperado. El IPC mensual en junio subió un 0,3%, por debajo del 0,4% del mes anterior y la tasa subyacente fue del 0,1% (0,3% en mayo y 0,1% estimado).
Con estos datos la tasa anual se coloca en el 2,1% (1,9% subyacente). Además las ventas de viviendas de segunda mano, crecieron en junio un 2,6% (más del 1,9% estimado por el mercado pero a un ritmo más suave que el 5,4% del mes de mayo).
La conclusión de ambos datos es que la economía americana, evoluciona favorablemente, pero sin estar tan tensionada como para suponer una presión excesiva para la subida de tipos.
En España el tesoro volvió a disfrutar de una fuerte demanda para la subasta de letras a 6 y 9 meses, colocando 2.500 mEUR, con intereses similares a la subasta anterior, pero en zona de mínimos.
Es cierto que lo de ayer fue un rebote, después de varios días de descensos, pero la subida vuelve a encarrilar a los índices en el rango que esperamos siga valiendo para las próximas semanas.
De los dos conflictos abiertos más importantes, pensamos que el de Ucrania es el que puede aún dar sorpresas negativas, dado que la UEM sigue considerando más sanciones a Rusia. Por ello, aún es pronto para pensar que los mercados y en concreto el español, pueda recuperar una tendencia alcista clara, por lo que seguimos recomendando una cartera conservadora.
Hoy a falta de datos macro importantes (confianza en la UEM e hipotecas en EEUU), los principales drivers son los resultados de las compañías.
Fuente: Bekafinance