El 0,2% (0,9% interanual) que creció la zona euro en el 1T14 supone una fuerte decepción para el mercado. El dato se situó en la mitad de lo que el consenso estaba estimando.
Pero el problema no es sólo la comparación con las estimaciones, sino que esta velocidad de crecimiento no es suficiente para dar sostenibilidad a la recuperación y porque junto con EEUU, se supone que la UEM tiene que ser uno de pilares de la recuperación mundial, ante las serias dudas sobre la economía de los países emergentes.
Por países, Alemania (0,8%) y España (+0,4%) destacaron positivamente, pero Holanda (-1,4%), Francia (0%) y sobre todo los países periféricos (Italia con -0,1%, Grecia con -1,1% y Portugal con -0,7%) estuvieron en terreno negativo.
Aunque el mal dato de crecimiento económico fue la principal causa de la toma de beneficios, no ayudaron las dudas sobre la estabilidad política en Grecia, los rumores de impuestos sobre las inversiones en deuda griega o la del movimiento anti-opas que ha realizado el gobierno francés.
Con este cóctel se produjo una realización de beneficios en los bonos periféricos y movimiento hacia los bonos alemanes, que elevó fuertemente los diferenciales de deuda y las rentabilidades en la deuda periférica (el español a 10A regresó al 3% con un diferencial de 171 pb).
Aunque, por otro lado, los datos de inflación dan un respiro en el temor a precios demasiado bajos, con estos datos de crecimiento en la UEM, pensamos que hay más probabilidades de que el BCE actúe en la reunión de junio.
Para la bolsa y sobre todo para algunos valores, el brusco frenazo ante los máximos puede suponer que pasemos a un movimiento lateral hasta dicha reunión.
Fuente: Bekafinance