Paula Hausmann. Analista
Si algo ha continuado caracterizando a las bolsas en esta primera parte del año, es la divergencia de comportamientos entre sectores, regiones y tipología de empresas. Lejos quedan aquellos mercados en los que podíamos pensar en un comportamiento en línea con las principales plazas bursátiles internacionales. La dirección probablemente continúe siendo la misma, pero la proporción puede distar notoriamente. Por ello, resulta de especial importancia para el inversor realizar un estudio generalista sobre los mercados financieros con el fin de discernir la situación en cada momento, teniendo como objetivo final no tomar posiciones contrarias a lo que nos marca el mercado y, poder evitar así, errores de inversión significativos a corto plazo.
A lo largo de este primer trimestre del año las bolsas europeas han podido cerrar en positivo, pero la intensidad de las subidas ha sido superior en las periféricas, especialmente lastradas en los últimos años por la desconfianza de los inversores. La predisposición por parte de las principales autoridades monetarias en la Zona Euro y la mejora de las variables financieras siguen aupando la recuperación de estas bolsas y, por ello, la proporción del repunte continúa siendo superior.
Asimismo, encontramos sectores que han mantenido la fortaleza del pasado año, como es el caso del sector viajes y ocio, a la vez que otros como el sector utilities han iniciado el año con una subida proporcionalmente superior al resto y, solo en esta primera parte del año, mayor a la del pasado ejercicio. Los sectores más penalizados por la crisis de crédito en Europa, como el bancario o el constructor, han continuado recuperando posiciones por encima de la media. Contrariamente, la debilidad se ha centrado en sectores cíclicos con incertidumbres latentes, siendo el caso del sector acerero. Si nos centramos en tamaño, las compañías de pequeña y mediana capitalización siguen experimentando un comportamiento notablemente más positivo que las grandes compañías internacionales, favorecidas por el descuento de sus fundamentales pero también por la reactivación de los movimientos corporativos.
Si comparamos comportamientos a nivel geográfico, entonces tenemos que fijarnos en la debilidad que ha continuado mostrando el mercado japonés y, en menor medida, el mercado de emergentes. Aún así, es cierto que en las últimas sesiones del trimestre las bolsas emergentes han podido tener ímpetu para aminorar las correcciones esperando puedan entrar en una fase de consolidación antes de encaminar la de recuperación.
En esta primera parte del año, la indefinición ha sido notable debido a las incertidumbres que se han ido presentando de forma puntual, como es el caso de las tensiones en Ucrania. Sin embargo, la atención de los inversores se va a continuar centrando principalmente en la retirada de estímulos de EEUU, que por el momento, se produce de una forma gradual y poco traumática al permanecer el buen tono de los principales datos macroeconómicos estadounidenses. Este contexto, junto a la reafirmación de actuar cuando sea necesario por parte del BCE, deberían continuar favoreciendo la entrada de capitales en los mercados y reflejarse de forma especialmente positiva en las zonas y sectores que siguen mostrando más fuerza. Los descuentos por fundamentales y la evolución de los resultados empresariales siguen siendo una realidad que seguirá poniendo en precio a las cotizadas internacionales.