La semana pasada, las bolsas europeas subieron de media un 3% a pesar de que se consumó la anexión de Crimea a Rusia y de que la FED acortó el posible calendario de subida de los tipos.
La razón de fondo sigue siendo en nuestra opinión, el atractivo relativo mirando a medio plazo, de la renta variable frente a otros activos en un entorno de bajos tipos y una recuperación lenta, pero sólida en EEUU y en menor medida en Europa. Sin embargo las dudas sobre la capacidad de los mercados emergentes para recuperar un ritmo de crecimiento atractivo y reducir las presiones sobre sus monedas, es el contrapeso negativo que frena a los mercados.
Los índices americanos, no pudieron el viernes superar los máximos a falta de referencias macroeconómicas que los apoyaran.
Esta madrugada hemos conocido el dato de PMI manufacturero adelantado de marzo en China, que ha sido más negativo de lo esperado, al situarse en 48,1, frente al 48,5 de febrero y el 48,7 esperado. La reacción en los mercados asiáticos, no ha sido tan mala como en otras ocasiones, ya que hay expectativas de que el gobierno chino pueda empezar a poner en marcha ciertos estímulos para frenar el deterioro de la economía.
Esta semana no hay grandes datos más allá de alguna referencia de consumo y el PIB del 4T en EEUU, por lo que esperamos un mercado similar al de la anterior con movimientos cortos dentro del rango de las últimas semanas.
También habrá que monitorizar la evolución del conflicto de Rusia y Ucrania, para comprobar que se queda estable, ya que aún no se puede dar por terminado.
Fuente: Bekafinance