Octavi Serra. Director Oficina Girona
A la hora de entrar en los mercados de renta variable tenemos 2 fórmulas posibles: la inversión y la especulación.
La inversión se realiza mediante la compra de “compañías” (y no acciones) con valor. Se observan los resultados, evolución, perspectivas, novedades en la compañía, etc. Éstos deben ser los inputs que nos mueven a comprar las acciones. No debemos mirar la evolución diaria. Compramos compañías, no acciones. Los mismos datos serán los que nos llevaran a la venta.
La especulación se basa en el análisis más técnico, gráficos, etc. Buscamos aprovechar inercias, tendencias. Mientras se mantienen nos mantenemos en el valor y cuando finalizan nos salimos. Debemos ser sistemáticos, usar stop loss y aceptar numerosas operaciones con pequeñas pérdidas. Se trata de dejar correr beneficios y cortar pérdidas en cualquier activo.
La mente humana funciona al revés. Tenemos la tendencia a materializar los beneficios rápidamente y dejamos correr pérdidas. Esta es la causa de posiciones perdedoras en carteras de “inversores” con carácter especulativo. Acaban teniendo en cartera acciones de compañías que subían; la inversión no es una especulación con malos resultados, no se ha usado el stop loss.
Y aquí llegan los sistemas automáticos. Programados con el objetivo de obtener rentabilidad, apartan de la operativa la racionalidad y la subjetividad. No sufrimos la decepción del cierre de una operación con pérdidas, ganamos libertad pues no debemos seguir al mercado.
Se debe estudiar y aceptar la volatilidad de los resultados pero es una buena herramienta para diversificar patrimonio. Distintos programadores, distintos sistemas y distintos resultados. El producto especulativo del siglo XXI. GVC Gaesco pone a tu disposición una gama de sistemas automáticos . ¡Sáquele provecho, especulador!