La experiencia nos cuenta que los mercados financieros se anticipan normalmente al ciclo económico y finalmente nos dan la razón de que vale la pena invertir en bolsa.
Si miramos un gráfico de bolsa a 100 años, por poner un ejemplo, veremos que en todas las crisis el modelo de funcionamiento es similar y lo único que se diferencia son los matices, o dicho técnicamente, los activos. La última fue deuda inmobiliaria versus financiación bancaria, la antepenúltima fue deuda financiera versus proyectos empresariales, las puntocom y así podríamos seguir para atrás.
Normalmente, el sistema financia un sector como producto de consumo y esto hace crecer la economía. Si se financia el sistema más de lo necesario o de lo que pueda ser razonable, y al mismo tiempo financiamos empresas o proyectos empresariales paralelamente, provocamos una escalada de precios y la inflación estalla, produciéndose un cash económico y social.
Los estados deben hacer recortes, financiarse en los mercado por culpa del déficit generado lastrado por una menor recaudación fiscal y más gasto público hasta que se estabiliza la economía. Después, se activan los planes de inversión públicos y posteriormente privados, y es en esta fase cuando empieza a subir el PIB y la recuperación económica se traslada a las empresas que han podido superar la crisis normalmente por tener buenos balances y adaptarse a nuevos entornos de mercado.
Ahora pensamos que estamos en el punto de inflexión donde las entidades financieras tienen de volver a financiar el sistema hasta el que lleguemos al punto final donde podamos ver que los valores fundamentales de la empresas llegan a su nivel objetivo y la macro-economía ese recupera. Sin embargo, encontramos el oro a niveles de infravaloración,
En este escenario, lo mejor que podemos hacer es ir cogiendo posiciones de refugio en oro y commodities porque estamos al final de ciclo económico y las economías de escala son imperfectas
Colateralmente podremos apreciar que los países no han rebajado su deuda y, por consiguiente, podríamos entrar en una crisis que paralice el sistema como pasa habitualmente y se deba hacer una reestructuración de deuda a nivel mundial.
Si este escenario se cumple, podríamos entrar en la próxima crisis financiera que sería el último punto para cerrar en ciclo comenzado en la crisis del 2007, pero hasta que esto pase nos puede quedar una horquilla de entre 3 a 5 años de mercados alcistas.
En la bolsa no existe término medio: o sube o baja, pero la neutralidad o los laterales son negativos.
Debemos aprovechar los próximos años porque los bancos posiblemente vuelvan a financiar el sistema con intensidad. Solo es necesario que los tipos de interés empiecen a subir, que posiblemente es lo que está esperando el mercado, y en este contexto las compañías podrían llegar a sus valoraciones fundamentales.