Margarita Rivas. Agente Financiero de GVC Gaesco Madrid
La definición exacta de un ETF es “Exchange Traded Fund”, lo que en castellano paladín no es más que un fondo cotizado en Bolsa. La peculiaridad de estos productos (y, para mí, su encanto) es que tiene lo mejor de los fondos de inversión, eso es, que están compuestos por una cesta de activos que permiten una gran diversificación, pero se comporta como una acción, pues se puede contratar durante toda la sesión bursátil sin necesidad de esperar al cierre para conocer el valor liquidativo.
Existen ETFs de todo tipo: sectoriales, de commodities, inversos, que replican a un determinado índice bursátil, de renta fija y un largo etcétera, a gusto del consumidor más exigente para que componga su cartera a medida.
En mi opinión, son los grandes desconocidos. Si el inversor supiera tomar decisiones de inversión objetivas, gestionaría su patrimonio de una forma más activa que a través de los Fondos de Inversión, constituyendo asimismo una cartera sólida y diversificada con el grado de aversión al riesgo que considere adecuado a sus necesidades, decidiendo en todo momento en qué sector invertir o ponderando aquellos con un potencial más claro. Incluso es posible desarrollar coberturas, ya que existen ETFs inversos que permiten operar a la baja, o aprovechar la volatilidad de los mercados con los ETFs diseñados para ello.
En fin, existe un inmenso abanico de posibilidades para rentabilizar la inversión en Bolsa a través de estos magníficos instrumentos.
Características:
- Transparencia: Es posible saber exactamente de qué está compuesto el ETF en tiempo real.
- Eficiencia de costes: No existe una comisión de suscripción, de reembolso o de resultados, solo una comisión de intermediación, como cualquier acción.
- Diversificación: Reducción del riesgo.
- Operativa en corto: Los ETFs inversos permiten esta operativa a través de la cual, si los mercados corrigen, el ETF obtiene rentabilidades positivas.
- Compra-Venta en tiempo real: Durante la sesión, al igual como sucede con la renta variable, se pueden comprar y/o vender las veces que se estimen oportunas.
- Extensa gama: Existen más de mil ETFs sobre una amplia variedad de clases de activos.
- Dividendos: Algunos ETFs pagan dividendos.
Y por último, pero no menos importante: No olvides NUNCA consultar a un broker profesional sobre ellos para que te guíe acerca de cuál es el ETF más adecuado según tu perfil, patrimonio y, por supuesto, el momento del ciclo que nos encontremos. Así evitas sorpresas. Llámanos al . 93 366 27 27 o infórmate en www.valores.gvcgaesco.es.
¡A qué esperas!