Albert Enguix. Analista Fundamental de GVC Gaesco Gestión
Recuerdo cuando empecé en el análisis de mercados financieros que una de las cosas que más me apasionaba era el estudio de los índices y la influencia que determinadas empresas tenían en el comportamiento futuro de los mismos.
Una de los principios básicos era la representatividad de la composición de empresas dentro de un índice como señal de salud económica.
Es conocido que el índice español está compuesto por 35 compañías, de las cuales 5 tienen un peso del 50% en la capitalización total del Ibex. Estas empresas son, por orden de mayor a menor peso: Banco Santander, Inditex, BBVA, Telefónica Iberdrola. Movimientos fuertes en la cotización de las SIBTI tendrán una gran influencia en el performance del Ibex.
Otra forma de decirlo es que el 50% del Ibex son 5 compañías. A partir de aquí, nadie debería de estar sorprendido.
Pues bien, lo que sí que les sorprenderá a muchos de los lectores es si les hablo del acrónimo FAANG.
Si han pensado en un grupo de música no van bien encaminados.
FAANG es el acrónimo que se ha puesto a 5 compañías tecnológicas que cotizan en el SP500: Facebook, Amazon, Apple, Netflix y Google/Alphabet
Todos conocemos estas empresas, aunque seguramente no las habían relacionado con la gran influencia de las mismas en el índice SP500.
Estas 5 compañías en cuestión tienen una concentración de mercado en el SP500 de casi el 30%, nunca en la historia tan pocas compañías acaparaban tanta concentración. Aproximadamente, 3 billones de dólares.
Esto quiere decir que 1/3 de los movimientos del SP500 es debido a 5 compañías. Pero aquí no queda la cosa. Analizando más al detalle el comportamiento de este año de los índices americanos en la siguiente gráfica:
El performance de las compañías FAANG es muy superior al del SP500, con lo que la subida de este año se debe, en gran parte, a la contribución de éstas.
El peso de las FAANG es tan grande que si juntamos su capitalización podrían comprar todas las empresas del IBEX, CAC y FTSE MIB Italiano, y aún les sobraría dinero para irse de vacaciones.
Ahora bien, deberíamos preguntarnos si estos modelos de negocio son sostenibles a largo plazo. Obviamente, el incremento de beneficios ha ido muy correlacionado con los cambios culturales que están ocurriendo en la sociedad. Por ejemplo, el uso de redes sociales, e-commerce, cloud y big data.
Un ejemplo muy interesante es la serie “House of Cards” de Netflix. Muchos la conocerán y seguramente serán fans. Pero lo que no sabrán es que esta serie es un traje a medida que se creó a partir del algoritmo formulado por Netflix en base a las preferencias y gustos de sus usuarios. El éxito estaba más que asegurado.
Otro ejemplo es el Alexa de Amazon.
Esto nos lleva a cuestionar si este tipo de servicios que utilizan dichas compañías se sitúan al margen de lo políticamente correcto. Muchas son las voces (organizaciones y poderes públicos) que están empezando a manifestar cierta disconformidad con la escasa regulación existente, abogando por un incremento de la presión reguladora para mitigar el poder de las FAANG y compañias similares. En Europa ya se está preparando una nueva ley de Protección de Datos mucho más estricta que la actual.
De suceder esto, sería un duro golpe a la estructura de negocio dominante de los modelos de negocio de esta tipología de empresas.