Hoy, 24 de octubre, se celebra el Día Internacional contra el Cambio Climático, una jornada que pretende concienciar a la población sobre sus efectos en nuestro entorno y la necesidad de tomar medidas para combatirlo. Uno de los principales catalizadores del cambio climático son las emisiones de gases de efecto invernadero, que a lo largo de los años se han ido produciendo a raíz de la utilización de diferentes fuentes emisoras que emiten gases perjudiciales para el medio ambiente. No obstante, el intento de reducir estas emisiones se recoge en el “Acuerdo de París”, un tratado internacional que tiene el objetivo de conseguir emisiones netas de cero para el año 2050.
Este tratado ha provocado que, tanto en compañías como en gobiernos, se haya generado la necesidad de invertir en nuevos proyectos que permitan conseguir emisiones netas de carbono y reducir al máximo los efectos sobre los recursos, el ecosistema y la atmósfera. De hecho, existen cuatro motores que pueden servir de catalizadores para potenciar la lucha contra el cambio climático:
- Energía limpia. Sustituir las energías contaminantes por energías renovables y sostenibles.
- Transporte limpio. El uso de medios de transporte eléctricos se está convirtiendo en el principal sustituto de los medios de transporte tradicionales.
- Alimentación sostenible. En la actualidad, el aumento de la población ha traído consigo la necesidad de una búsqueda de nuevos métodos de producción y alimentación que sean más sostenibles y saludables.
- Recursos eficientes. Necesidad de optimizar el uso de los recursos limitados, así como el tratamiento de estos para su desecho de una manera sostenible.
Por otra parte, si nos paramos a pensar en qué sectores está presente el cambio climático, encontramos que los principales sectores son Industriales, Tecnología y Servicios Públicos, seguidos de Materiales básicos, Consumo Cíclico y Consumo Discrecional. De hecho, es lógico encontrar al sector industrial y tecnológico, ya que son uno de los principales causantes de las emisiones de gases de efecto invernadero y, por tanto, son los principales sectores que deben ser motor de cambio.
El público inversor es consciente de la necesidad de cambiar nuestros patrones de producción y consumo hacia otros más sostenibles con el medio ambiente, y para los próximos años se espera que esta preocupación tome más importancia. Por lo que, la inversión en soluciones sostenibles que reduzcan el cambio climático podrá generar rentabilidad a medio y largo plazo.
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