¿Es posible tener un impacto positivo en la sociedad y generar rentabilidad al mismo tiempo? La respuesta es sí. La inversión socialmente responsable (ISR) permite alinear tus objetivos financieros con el compromiso por un impacto positivo en el medio ambiente y la sociedad.
La ISR sigue los criterios ASG (ambiental, social y gobernanza), que evalúan la sostenibilidad y la ética de las empresas. Este enfoque no solo busca minimizar impactos negativos, sino también maximizar oportunidades en sectores clave como la transición energética, la economía circular o la lucha contra el cambio climático.
¿Por qué elegir la inversión socialmente responsable?
- Impacto positivo: Apoya empresas que lideran el cambio hacia un mundo más sostenible.
- Rentabilidad: Estudios muestran que las inversiones ASG pueden igualar o superar a las estrategias tradicionales, gracias a un mejor control de riesgos.
- Diversidad de opciones: Desde exclusión de sectores dañinos hasta inversión en megatendencias como la transición energética o la optimización de recursos.
Según Inverco, en 2023 el 34% de los activos gestionados en España ya seguían criterios ASG, alcanzando los 118.250 millones de euros. Este crecimiento refleja el interés creciente de los inversores por participar en un futuro más sostenible.
Existen numerosas oportunidades de inversión en este área como:
- Cambio climático: Sectores que lideran la transición hacia energías limpias y sostenibles.
- Optimización de recursos: Innovaciones que maximizan el uso eficiente de materiales y energía.
- Nuevos materiales: Avances tecnológicos que reducen la huella ecológica en procesos productivos.
- Transición energética: Soluciones que impulsan el cambio hacia fuentes renovables y sostenibles.
Conoce más detalles sobre cómo unir rentabilidad y sostenibilidad en tus inversiones y profundiza en las 4 áreas mencionadas
