El viernes vimos una sesión de movimientos erráticos en el mercado europeo tanto por los temores a una mayor inestabilidad en Irak que lleve a tensiones en el precio de la energía, como por los comentarios del banco de Inglaterra sobre una posible subida de tipos antes de lo esperado. La semana pasada fue de toma de beneficios y consolidación después de las decisiones del BCE: el mercado europeo perdió un 0,35%, aunque el español ganó un 0,45%.
De nuevo los bancos centrales vuelven a estar en el centro de los movimientos del mercado. Los comentarios del BOE sobre la posible subida de beneficios llevaron a la libra a tocas máximos de 5 años y a un repunte de las rentabilidades de los plazos cortos de la deuda de RU. Esta semana será la FED (que tiene reunión mensual el miércoles) la que marque el paso, y aunque no esperamos cambios en el proceso de la reducción de compras de deuda, ni por supuesto modificaciones del tipo de interés, no se pueden descartar comentarios al respecto, que puedan introducir volatilidad.
El hecho de que los momentos del ciclo sean relativamente diferentes en EEUU y la UEM, con la FED saliendo progresivamente de la política acomodaticia y el BCE profundizando en ella, puede seguir produciendo volatilidad. Esta semana, con la excepción de la reunión de la FED, hay escasas referencias macro en Europa y el mercado se moverá más por noticias empresariales, aunque aún no empieza la publicación de resultados. En el Ibex los niveles clave a vigilar son por abajo los 10.850 y por arriba los 11.100, ya que sin noticias relevantes es complicado que se salga a corto plazo de ese rango.