Los mercados bursátiles europeos han iniciado la última sesión con pocos cambios respecto al cierre del jueves, con la herencia de las correcciones registradas tanto en Estados Unidos como en Asia. El tono dubitativo ha predominado a lo largo de la jornada matinal, alternándose los principales índices del Viejo Continente entre terreno de ganancias y pérdidas, a la espera de los relevantes datos macroeconómicos a publicar desde el otro lado del Atlántico, ya que de la Eurozona tan sólo se ha publicado como dato a destacar el IPC, el cual se ha mantenido en el mes de julio en el 1,6%.
Los datos del sector inmobiliario (Construcciones iniciales y Permisos de construcción de Estado Unidos) han resultado en julio ligeramente por debajo de las previsiones, pero después de haber sido revisadas al alza las cifras del mes anterior.
Por su parte, el dato confianza del consumidor de la Universidad de Michigan del mes de agosto ha resultado inferior al estimado por el consenso de analistas (80 vs. 85,2) y al dato del mes anterior (85,1), a pesar de lo cual Wall Street no lo ha reflejado.
En el mercado doméstico, el Íbex-35 ha finalizado la sesión de transición con nuevos máximos anuales, recuperando los 8.800 puntos.
La prima de riesgo se ha relajado ligeramente, tanteando el nivel de los 250 puntos básicos, casualmente en la jornada que se ha conocido que la deuda pública española ha batido un nuevo récord en junio, alcanzando el 90% del PIB.